En el mundo de las plagas destacan especialmente dos especies de roedores: ratas de la ciudad y los ratas de campo. Estas criaturas no sólo devoran su tranquilidad, sino que también pueden causar graves daños a la propiedad y suponer un riesgo para la salud.
Entonces, ¿quiénes son realmente y cómo puede proteger su hogar y su familia de estos intrusos no deseados?
Ratas urbanas: invitados no deseados en un entorno urbano
Ratas de ciudad, también llamadas ratas marrones O ratas marrones, son especialmente adecuados para la vida en un entorno urbano. Son capaces de trepar, nadar y cavar, lo que les permite invadir nuestras casas y jardines con una facilidad desconcertante.
Según el Instituto Pasteur, estos roedores son portadores de numerosas enfermedades que pueden afectar al ser humano, como la leptospirosis o la peste.
Ratas de campo: plagas discretas pero igual de peligrosas
Menos conocidos que sus primos urbanos, ratas de campo, O ratas negras, son igualmente perjudiciales. Tienen predilección por los áticos y buhardillas, donde pueden causar daños importantes al roer los cables eléctricos y el aislamiento. Además, según un estudio publicado en el Journal of Medical Entomology, pueden ser portadores de pulgas y garrapatas, vectores de enfermedades graves como la enfermedad de Lyme.
¿Cómo protegerse de las ratas, ya sean de ciudad o de campo?
El primer paso para protegerse de las ratas es limitar su acceso a los alimentos. Esto significa mantener los botes de basura bien cerrados y evitar dejar comida afuera.
Entonces, es importante bloquear posibles puntos de entrada en su casa. Las ratas son capaces de pasar por agujeros tan pequeños como una moneda, así que no dudes en llamar a un profesional para una inspección completa.
Finalmente, si nota una infestación, se recomienda llamar a un profesional en control de plagas. Los productos naturales pueden ser eficaces para repeler las ratas, pero generalmente no son suficientes para eliminar una infestación ya establecida.
Soluciones respetuosas con el medio ambiente
Para quienes buscan soluciones más respetuosas con el medio ambiente, existen varias alternativas. El uso de trampas no letales, que permiten capturar ratas sin matarlas, es una opción. Asimismo, se sabe que ciertas plantas como la menta repelen a estos roedores.
También es posible adoptar un gato, que por naturaleza es un depredador de ratas. Sin embargo, esta solución debe considerarse con precaución porque los gatos también pueden transmitir enfermedades que pueden transmitirse a los humanos.
Recuerda que lo más importante es prevenir la aparición de ratas manteniendo su hogar y jardín limpios y en buen estado.
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